El reciente temporal que asoló la costa Cantábrica, desde la Coruña hasta el País Vasco, ha traído buenas noticias a la localidad de Foz, situada en la Costa de Lugo, en el concjeo de A Mariña.
El fuerte temporal lejos de destruir los valiosos y antiguos castros que la costa de Lugo tiene, ha reabierto nuevos descubrimientos. Numerosas piezas quedaron a la vista debido a estos fuertes temporales con los que el mar, queriendo recuperar el terreno perdido, azotó con tanta fuerza en toda la costa en los pasados días.
Al quedar estas a la vista, el Ayuntamiento de Foz ha retirado estos restos arqueológicos del castro del paseo marítimo de A Rapadoira, y los tiene bajo custodia en la casa de cultura de Foz. Parece ser que los restos, piezas de molinos de mano, datadas en los siglos II y III, están en buen estado. Es de extrañar que los numerosos castros que poseemos, y sea dicho de paso que otras culturas distintas a la nuestra valoran como algo extraordinario debido entre otras cosa a su devoción por los antepasados, estén en nuestra tierra como algo que no tiene mucha importancia.
Por otro lado, también de la mano de Foz, nos llega otra noticia aunque no tan buena. El temporal también ha traído a nuestras costas una pequeña cría de delfín. Es un delfín común que reside en la dársena de Porto Chico, en el puerto deportivo de Foz. En un principio la algarabía producida se torno ya en tristeza. Desde que llegó hasta ahora, aproximadamente un par de semanas, dicen los expertos que el pequeño delfín está perdiendo el control y auguran ya su pronta muerte.
Sin embargo nuestra gente se acercan al animal para sacar fotos e incluso una joven se metió en el agua para darse un chapuzón junto al animal. Protección civil pide que dejen tranquilo al animal pues piensan, como dije antes, que está perdiendo el control por el ladeo de su nado. Puedo deciros que el Delfín ya tiene nombre: Pepe.
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