Si en anteriores días hablábamos de la apertura de la costera del bonito en Burela, el pasado sábado se abrió en esta misma localidad la temporada de la sardina. Sin duda un pez menos voluminoso que el bonito pero igual de sabroso si es fresco.
Más que abrirse la época de la sardina, lo que ha ocurrido es que dos pesqueros de Burela tuvieron la suerte de dar con una banco prematuro de sardina, ya que aún es pronto para la abundancia de este pescado en nuestras aguas. En A Mariña se vendió en sus lonjas cerca 1.500 kilos, más de 1.100 en Burela y unos 400 en Celeiro.
El precio de adquisición salió a una media de 10 euros el kilo. 1 kilo lo conforman alrededor de 10 sardinas tamaño medio, con lo cual cada una salió al precio de un euro.
Sin duda un precio alto de cara al consumidor y que ya se repitieron en años anteriores por estas mismas fechas. En la lonja de Burela se comercializaron ayer unos 1.075 kilos; 86 cajas de 12,5 que se pagaron cada una a 127 euros, según comentó el gerente de Armadore de Burela.
En Celeiro solo regresó con sardina el Cabaleiro I, pesquero que logró capturar unos 400 kilos; 30 cajas de 12,5 kilos cuyo precio rondó entre los 100 y los 140 euros; con una media parecida al logrado en Burela.
Las sardinas frescas de ayer son las últimas que capturarán los cerqueros antes de la noche de San Juan, el lunes, pues no podrán faenar el domingo. En las pescaderías hay sardinas de otras procedencias, como las que vienen de Asturias, con precios más bajos.
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